Un oficio invisibilizado de dedicación y arte: la costura

Miroslava Mendoza

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la historia de Alejandra Escobedo resalta como un símbolo de lucha, dedicación y arte en un oficio muchas veces invisibilizado: la costura.

Con más de 30 años de experiencia en el rubro textil, Alejandra no solo confecciona prendas, sino que hilvana historias de esfuerzo y superación. Ella es un ejemplo; lo que empezó como casualidad la convirtió en maestra de costura, y gracias a su trabajo, sus hijas son profesionistas.

Con hilos de distintos colores, retazos de tela y el sonido inconfundible de la máquina de coser la acompañan mientras transforma simples materiales en prendas de vestir.

Para ella, coser no es solo un trabajo, sino una forma de seguir activa, lo cual la llena de satisfacción.

Su trabajo le permite seguir ofreciendo un servicio al cliente y crear amistades. Aunque tiempo atrás a las mujeres se les educaba solo para servir en el hogar, ella agradece que las generaciones puedan realizarse profesionalmente en otros ámbitos.

Alejandra es una mujer orgullosa de su trabajo y refiere que todas las mujeres deben sentirse orgullosas del oficio o profesión que ejercen.

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