Una buena persona puede estar por encima de los colores de cualquier partido político, una mala persona también puede echar a perder el trabajo de una institución, tal y como recientemente ha sucedido con diversos presidentes municipales en Puebla.
A poco más de ocho meses de que iniciaron los trienios de los 217 gobiernos municipales, en seis de ellos se han presentado casos donde a sus alcaldes se les vincula con actividades ilícitas.
Anteriormente, se señalaba como “rateros” quienes emanaban de una fuerza política en específico, sin embargo, en este caso los seis ediles provienen de diferentes institutos políticos.
En el caso de los hermanos Uruviel, Giovanni y Ramiro González Vieyra, que gobernaban Ciudad Serdán, Tlachichuca y San Nicolás Buenos Aires, pertenecían a las filas de Movimiento Ciudadano. Ellos son señalados por diversos delitos como el de posesión ilegal de armas, receptación de mercancía, entre otros.
Sin embargo, Morena, el partido en el que supuestamente militan los defensores del pueblo, también cuenta con dos alcaldes que tienen señalamientos por acciones irregularidades.
Un caso es el de Gerardo Cortés, presidente municipal de Cuautempan, a quien se le realizó un cateo en sus propiedades por presuntos vínculos con delitos de secuestro y posesión ilegal de armas.
De igual manera, en San Andrés Calpan, el morenista Vicente Sánchez vivió un intento de revocación de mandato por parte de su cabildo tras ser actuado de desvío de recursos.
Finalmente, en Ahuazotepec , el edil perredista, Alfredo Ramírez también es investigado por las autoridades, estando prófugo al igual que Gerardo Cortés.
Con ello, tenemos a ediles de tres partidos políticos que supuestamente sucumbieron ante la delincuencia de una u otra forma y ello no quiere decir que los partidos políticos sean malos, sino por el contrario, da muestra de que son las personas las que en muchas ocasiones le fallan a las instituciones, sean o no de nuestro agrado.
Es por eso que es importante recordar que una buena persona en cualquier lado en la que se encuentre, seguirá siendo buena y está también es una regla que aplica para los malos ejemplos.