Este martes 26 de agosto de 2025, tras varios meses de intentos fallidos, SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, finalmente logró concretar el décimo vuelo de prueba de su nave espacial Starship y el propulsor Super Heavy.
El lanzamiento, que tuvo lugar en las instalaciones de Starbase, en el sur de Texas, a las 6:30 p.m., fue el tercer intento de esta misión, después de que los despegues programados para el domingo y el lunes fueran cancelados por problemas técnicos en tierra y condiciones climáticas adversas, respectivamente.
El 2025 ha sido un año complicado para el programa Starship. Desde enero, SpaceX enfrentó una serie de contratiempos que incluyeron explosiones durante pruebas en tierra y en vuelo. En enero y marzo, dos vuelos de prueba terminaron en explosiones cerca de islas habitadas al este de Florida, generando escombros que impactaron carreteras en las Islas Turcas y Caicos y llegaron hasta las Bahamas.
En mayo, aunque el desempeño fue mejor, la nave perdió el control durante su descenso, y el propulsor Super Heavy se destruyó al intentar un amerizaje controlado en el Golfo de México. Además, en junio, una prueba en tierra resultó en otra explosión, lo que obligó a meses de investigaciones supervisadas por reguladores federales.
Tras los fallos de 2025, SpaceX rediseñó el propulsor Super Heavy con aletas más grandes y resistentes para mejorar la estabilidad, según una publicación reciente de la compañía en la plataforma X.
Así fue la operación exitosa del Starship
Fue hasta este martes, cuando la nave Starship despegó con éxito, y aproximadamente una hora después, logró un aterrizaje en el Océano Índico, como estaba previsto, mientras que el propulsor Super Heavy completó un amerizaje controlado en el Golfo de México.
“Felicitaciones a todos nuestros compañeros aquí en SpaceX, ha sido todo un año”, celebró Dan Huot, portavoz de la compañía.
En esta misión la compañía probó el despliegue de cargas útiles. Por primera vez, Starship simuló la expulsión de satélites desde una compuerta lateral, que diferencia a este cohete de otros diseños tradicionales, los cuales suelen liberar cargas desde una punta cónica.
Los “satélites” eran ocho unidades ficticias que representaban la última versión de los satélites Starlink, diseñados para la transmisión de internet. Aunque no entraron en órbita debido a la trayectoria suborbital de la misión.
“Abre las compuertas, Hal”, bromeó Huot, haciendo referencia a la película 2001: Odisea del espacio.
Este vuelo es uno de los últimos para la versión actual de Starship y SuperHeavy, ya que SpaceX planea introducir un prototipo más grande en 2026. El CEO de la compañía, Elon Musk, ha promovido a Starship como el vehículo que llevará a los humanos a Marte por primera vez, además de ser clave para la misión de la NASA de regresar astronautas a la Luna a finales de esta década. La agencia espacial ya ha encargado dos naves Starship para este propósito.
INFORMACIÓN: EL HERALDO DE MÉXICO