Recuperan el busto perdido de Jim Morrison

Mariana Camarillo

Una de las piezas más emblemáticas del culto a Jim Morrison ha reaparecido después de casi cuatro décadas de misterio. Se trata del busto del vocalista de la mítica banda The Doors, robado en 1988 del cementerio PèreLachaise, en París, donde el artista fue sepultado tras su repentina muerte en 1971. La escultura, obra del artista croata Mladen Mikulin, se había convertido en un símbolo para los fanáticos del rock psicodélico, que año con año visitan la tumba del músico para rendirle homenaje.

Durante más de 35 años, el paradero de la pieza fue un enigma. La desaparición del busto generó especulaciones, desde teorías de vandalismo hasta su posible venta en el mercado negro de arte. Su ausencia dejó un vacío simbólico en el espacio donde descansa Morrison, uno de los íconos más importantes de la contracultura de los años sesenta y setenta. La escultura había sido colocada de forma no oficial, pero pronto se volvió parte del ritual de los seguidores que viajaban a París para honrar su memoria.

Así se ve el busto perdido de Jim Morrison:

El reciente hallazgo ha provocado una ola de emoción entre fans y expertos, no solo por el valor artístico del busto, sino por lo que representa en la historia del rock. Su recuperación es vista como una especie de justicia poética, devolviendo a Morrison una imagen con la que miles de personas lo identificaron por años. Ahora, el escultor original ha tomado la iniciativa de restaurarla y hacer posible su regreso a la tumba, en un gesto que reaviva el legado inmortal del cantante.

Reaparición inesperada y restauración: así encontraron el busto perdido de Jim Morrison

El hallazgo se dio a conocer este mes luego de que Mikulin, el propio escultor, recibiera un misterioso mensaje con imágenes que mostraban el busto aparentemente intacto. El artista no reveló detalles sobre la persona que lo contactó ni las circunstancias del hallazgo, pero confirmó que la pieza es la original, gracias a las marcas únicas de su creación.

Tras la recuperación, Mikulin decidió restaurar personalmente la escultura, con la intención de devolverla a su lugar original: la tumba de Morrison en el Père-Lachaise. El cementerio, uno de los más visitados del mundo, recibe cada año a miles de personas que rinden tributo a artistas, escritores y músicos sepultados allí, siendo la tumba de Morrison una de las más emblemáticas.

Busto perdido de Jim Morrison, un regreso simbólico

La reaparición del busto no solo marca el cierre de un capítulo que duró casi 40 años, sino que también reaviva el interés por el legado del vocalista de The Doors. Para muchos, Morrison no solo fue una figura del rock psicodélico, sino también un poeta rebelde cuya influencia sigue viva en generaciones actuales.

Aunque todavía no hay una fecha confirmada para su reinstalación oficial, Mikulin ha manifestado su deseo de que el busto vuelva a estar en el mismo sitio donde miles de fans le han rendido homenaje por décadas. Mientras tanto, la noticia ha generado entusiasmo en redes sociales y medios especializados, donde seguidores celebran que “La voz de The Doors” vuelve, simbólicamente, a su lugar de descanso.

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