Calvin Crew, un hombre de 25 años, fue sentenciado el pasado lunes 5 de mayo a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato en primer grado de Christina Spicuzza, una conductora de Uber y madre de cuatro hijos.
El crimen ocurrió el 10 de febrero de 2022, cuando Spicuzza, de 38 años, recogió a Crew como pasajero en Penn Hills.
Según las evidencias presentadas en el juicio, a los pocos minutos de iniciado el viaje, Crew apuntó con un arma a la cabeza de Spicuzza, obligándola a conducir mientras intentaba acceder a sus aplicaciones bancarias para transferir dinero.
A pesar de las súplicas de la víctima, quien rogó por su vida diciendo: “Te lo ruego, tengo cuatro hijos”, Crew la llevó a una zona boscosa en Monroeville, donde le disparó en la cabeza. Su cuerpo fue encontrado dos días después, el 12 de febrero, con una herida de bala.
Las pruebas clave incluyeron un video de la cámara del tablero del vehículo, recuperada cerca del lugar donde Crew solicitó el viaje, que capturó los momentos previos al crimen. Las imágenes muestran a Crew amenazando a Spicuzza con un arma y sus desesperadas súplicas.
Además, los registros de torres celulares y el rastreo de la ruta del vehículo corroboraron la secuencia de eventos. La novia de Crew, Tanaya Mullen, confirmó que él le pidió prestada un arma de 9 mm, la cual fue utilizada en el crimen.
Tras su arresto intentó alegar motivaciones raciales
Crew fue arrestado el 17 de febrero de 2022 y enfrentó cargos por homicidio en primer grado, robo, secuestro, posesión ilegal de armas y manipulación de pruebas. Durante el juicio, que comenzó en febrero de 2025, la defensa argumentó que el caso tenía motivaciones raciales y políticas, sugiriendo que no había pruebas de intención para un homicidio en primer grado.
Sin embargo, el jurado, tras deliberar menos de una hora, lo declaró culpable de todos los cargos el 10 de febrero de 2025, exactamente tres años después del asesinato.
En la sentencia dictada el 5 de mayo de 2025, el juez impuso cadena perpetua sin libertad condicional, más una pena adicional de 13 a 26 años. La familia de Spicuzza, presente en la audiencia, expresó su dolor y alivio.
“Deberías haber enfrentado la pena de muerte, pero mostramos piedad”, dijo Cindy Spicuzza, madre de la víctima. Por su parte, Brandon Marto, pareja de Spicuzza, lo calificó como “un cobarde” por no asistir a la sentencia.
El fiscal de distrito, Stephen Zappala, describió el crimen como “una ejecución brutal y sin sentido de una madre que solo intentaba ganarse la vida”. En respuesta a las acusaciones de la defensa sobre sesgo racial, Zappala condenó los argumentos, destacando la solidez de las pruebas presentadas.