Edil de Cuyuaco: de lo anecdótico a lo criminal

Digital Administrador

La conducta del presidente municipal de Cuyuaco, Iván Camacho Romero, pasa de lo anecdótico. En su comportamiento hay más que un simple lord embriagado por el poder: refleja impunidad, capacidad logística, financiera y eso que hace falta que se mueva en la amígdala del cerebro para cometer un crimen.

Existen dos tipos de personas que amenazan con “levantar” a quien no haga lo que quieren: un lord, como los que a diario vemos en la selva antes llamada Twitter, que vocifera escondido detrás de las fornituras de los robustos tipos que se envalentonan con los gritos del “patrón” y que al final terminan exhibidos como payasos que no pueden cumplir sus amenazas.

Y el otro: quien sí tiene los medios para hacerlo, no duda en dar una orden de ese tipo, y el destino puede ser trágico para quien se ponga en su camino.

Iván Camacho sabe lo que es ordenar un “levantar” a un hombre. La instrucción la dio el 23 de marzo de 2024, siendo alcalde en funciones, a su seguridad personal y pública, y quedó archivada en la carpeta de investigación FGEP/CDI/FEIDDFPDCP/DESAPARECIDOS.B-I/000462/2024.

La víctima, Luis Armando S., era parte del equipo de campaña del aspirante a la alcaldía de Cuyuaco, José Alfredo Godos. Llegaron hasta una “mapachera” del edil, donde se repartían despensas.

El alcalde ordenó que levantaran a Luis Armando, quien fue perseguido y estuvo desaparecido varias horas. Según la narrativa de la carpeta de investigación, el mismo alcalde se comunicó con su rival para decirle que fueran por el hombre, pero recorrieron sus propiedades sin respuesta.

Godos recorrió varias instancias de la Fiscalía General del Estado sin que le tomaran la denuncia, hasta que finalmente le aceptaron su declaración.

Cuando se supo que ya había una carpeta de investigación, el hombre fue liberado.
El impune llega hasta donde la autoridad quiere (y en tiempos de Higuera Bernal, quería mucho).

Por cierto:

Tal parece que en la Fiscalía, entre más oscuro el currículum, mejor el cargo.

En fechas recientes, Guadalupe Espíndola Clemente fue nombrada como Coordinadora de Delitos Patrimoniales y, como en otros nombramientos, trae cola que le pisen.

Fuentes de la dependencia informaron que en 2016, en una casa de empeño, fueron localizadas joyas y otros artículos recuperados por un valor de 350 mil pesos, por un robo a casa habitación registrado en la carpeta de investigación 2062/2016/TEHUA. La custodia estaba a cargo de la susodicha.

No se ejerció acción penal en su contra y ahora ya está en Puebla capital. Su currículum se suma al de Sauce, “El Oso” y los fiscales traídos desde el Estado de México.

En Cuyuaco como en la Fiscalía al rato saldrán como el padrino Adán Augusto: no sabían que hacía el ahijado.

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