Al menos 127 personas, en su mayoría civiles, murieron entre el lunes y el martes 10 de diciembre en Sudán en bombardeos y ataques con bombas de barril, informaron este martes activistas de Derechos Humanos.
El conflicto entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que ya dura 20 meses, escala violentamente mientras los esfuerzos por lograr un alto al fuego siguen sin éxito.
Según el Comité de Resistencia Al-Fashir, un grupo prodemocrático, más de ocho bombas de barril cayeron el lunes en el mercado de Kabkabiya, en el norte de Darfur. La organización Emergency Lawyers informó que más de 100 personas murieron y cientos resultaron heridas.
El Ejército, que aumentó sus ataques aéreos contra posiciones de las FAR en Darfur, negó responsabilidad en el ataque y afirmó que tiene derecho a atacar cualquier lugar utilizado con fines militares por sus adversarios. Los paramilitares por su parte, acusan al Ejército del hecho.
Un video autenticado por Reuters mostró cuerpos esparcidos entre los escombros del mercado, además de incendios y sobrevivientes siendo rescatados. En el audio, se escuchan llantos y rezos. Un testigo afirma: “La gente está muriendo en masa”.
Los ataques golpearon principalmente áreas densamente pobladas, agravando una crisis humanitaria que ya ha desplazado a millones de personas. Activistas locales afirman que la mayoría de las víctimas del ataque en Kabkabiya eran civiles.
Al menos 87 cuerpos fueron identificados, aunque algunos de ellos estaban demasiado carbonizados o mutilados para ser reconocidos, informaron fuentes locales.
El martes, las FAR lanzaron un intenso fuego de artillería contra un sector controlado por el Ejército en Omdurman, parte del estado de Jartum (la capital). Según residentes, al menos 20 personas murieron en el ataque, incluidos 14 pasajeros de un autobús alcanzado por el fuego. El gobierno estatal, que está bajo control militar, informó de 65 muertes y señaló que las víctimas fueron trasladadas al hospital Al-Naw.
Naciones Unidas estimó que más de 30 millones de personas requieren ayuda humanitaria, y que alrededor de 12 millones de personas fueron desplazadas por el conflicto.
Además, se ha declarado una hambruna en el campamento de Zamzam, en el norte de Darfur, donde un bombardeo reciente mató a siete personas, según el portavoz del Comité de Coordinación para las Personas Desplazadas, Adam Rojal.
Paramilitares acusan al Ejército de matar a 30 civiles en Sudán
Por su parte, las FAR acusaron este martes al Ejército regular, con el que está enfrentado desde abril de 2023, de matar a “más de 30 civiles” en bombardeos aéreos contra un mercado y un área residencial, ubicados en el centro y el oeste de Sudán.
En un comunicado, precisaron que esos ataques tuvieron como blancos el mercado de Kabkabiya, en el norte de la zona occidental de Darfur, así como la zona residencial de Um Rawaba, en Kordofan del Norte.
“Los bombardeos salvajes dejaron más de 30 civiles muertos y alrededor de 50 heridos, entre ellos mujeres y niños”, se lee en la nota.
Destacó que “en Um Rawaba fueron bárbaros”, y que “los aviones (…) lanzaron explosivos con una precisión letal sobre barrios civiles, reduciendo las casas a escombros”.
En otra nota, los paramilitares acusaron también al Ejército de asesinar a “decenas de civiles” en ataques similares en Nyala, capital de Darfur del Sur, y señalaron que no disponen de un balance final de víctimas ya que “siguen las operaciones de búsqueda y rescate entre los escombros de casas civiles”.
Aunque las cifras precisas son difíciles de confirmar, se estima que al menos 24 mil personas han perdido la vida y millones han sido desplazadas en este conflicto, que ha pasado en gran medida desapercibido en el escenario internacional, eclipsado por las guerras en Medio Oriente y Ucrania.
INFORMACIÓN: PROCESO