En un discurso televisado tras los ataques de Israel en contra de Irán, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que la “Operación León Naciente”, es una ofensiva militar dirigida contra Irán con el objetivo de neutralizar lo que describió como una amenaza existencial para la supervivencia de Israel y aseguró que los ataques continuarán durante “los días que sean necesarios”.
“Hace unos momentos, Israel lanzó la Operación León Naciente, una operación militar focalizada para revertir la amenaza iraní. Esta operación continuará durante los días que sean necesarios para eliminar esta amenaza”, afirmó Netanyahu, durante el mensaje emitido en horas de la madrugada, en Israel.
Netanyahu defendió su decisión de atacar a Irán como una medida para contener el avance nuclear de Irán pues afirmó que Irán podría estar a tan sólo unos meses de contar con bombas atómicas que comprometerían la existencia del territorio que Israel reclama como propio.
“En los últimos años Irán ha producido suficiente uranio altamente enriquecido para 9 bombas atómicas. En los últimos meses Irán está tomando medidas que nunca antes había tomado para convertir este uranio enriquecido en armas. Si no se detiene, Irán podría producir un arma nuclear en muy poco tiempo; podría ser un año, podría ser dentro de unos meses, menos de un año. Este es un peligro claro y presente para la supervivencia misma de Israel”, aseguró durante el mensaje.
Netanyahu justifica los ataques haciendo referencia al holocausto
El primer ministro israelí acusó que “durante décadas los tiranos de Teherán han llamado abiertamente y descaradamente a la destrucción de Israel. Respaldaron su retórica genocida con un programa para desarrollar armas nucleares” y garantizó que no permitirá que Israel sea víctima de un “holocausto nuclear”.
“Atacamos la cabeza del programa de armamento nuclear de Irán. Atacamos la principal instalación de enriquecimiento de uranio de Irán en Natanz. Atacamos a los científicos nucleares iraníes que trabajaban en la bomba iraní. También atacamos el corazón del programa de misiles balísticos de Irán”, añadió en otro momento.
Netanyahu agregó que “al defendernos, también defendemos a los demás. Defendemos a nuestros vecinos árabes. Ellos también han sufrido las consecuencias de la campaña de caos y masacre de Irán”.
El ataque, que según fuentes de Al Jazeera incluyó entre seis y nueve explosiones en la capital iraní, se produjo alrededor de las 3 de la madrugada, hora local. Testigos reportaron detonaciones en diversos puntos, incluyendo el barrio occidental y Mahallati, una zona residencial en el noreste conocida por albergar edificios vinculados a oficiales militares.
La televisión estatal iraní, IRB, confirmó los ataques y mostró imágenes de humo elevándose desde múltiples lugares. Informes posteriores indican que Israel lanzó ataques con misiles contra infraestructuras clave, incluyendo una planta de producción de agua pesada en Arak, a 274 kilómetros al sur de Teherán, un componente esencial para la producción de material nuclear.
Varias sedes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) también resultaron dañadas, con humo visible en Teherán y Kolahduz, cerca de la instalación de Arak.
Estados Unidos niega estar involucrado en la operación
Estados Unidos, a través de un comunicado emitido por la Casa Blanca, informó que estaban enterados del ataque, pero aseguraron que no participaron en la operación. El Secretario de Estado, Marco Rubio, emitió una declaración rápida en la que dijo.
“Esta noche, Israel tomó medidas unilaterales contra Irán. No participamos en ataques contra Irán y nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región. Israel nos informó que considera que esta acción es necesaria para su defensa”.
Rubio añadió: “Seamos claros: Irán no debería atacar los intereses ni al personal estadounidense”.
INFORMACIÓN: EL HERALDO DE MÉXICO
