La conclusión del segundo periodo ordinario en el congreso del estado, dejó atrás un semestre hundido en la polémica.
La ley casco, altamente irritable para los legisladores, que tuvieron que sortear manifestaciones, plantones, denuncias demandas y encuentros ásperos entre legisladores y motociclistas.
El segundo periodo que se ha dejado atrás estuvo bañado de controversias legislativas.
Tal vez, uno de los periodos legislativos más controvertidos en la historia de la legislatura local.
También, la banalidad de legisladoras y legisladores se hizo presente.
Tomaron el pleno del poder legislativo como pasarela de modas, para ver quién o quienes llegaba mejor vestido.
En fin, superficialidad legislativa también se presentó durante el periodo legislativo.
La joya de la corona, que llevó a los legisladores de la sesenta y dos legislatura a corregir su dislexia legislativa, fue sin duda la aprobación de la reforma a la ley penal en el estado, principalmente en el artículo 480 que trastoca la libertad de expresión.
Fue aprobada, publicada en el periódico oficial del Estado, para después mandar llamar a hacer fotos al respecto; dónde se discutió, debatió y analizó, después de estar aprobada.
Mala reputación legislativa.
Además, deja ver qué el ejecutivo vuelve a ser el legislador número uno en el congreso local.
Así cerró el segundo periodo ordinario los diputados de la sesenta y dos legislatura.
Controversial y polémico.