Pumbo era un gato al que mi familia solía alimentar, podría decirse que lo adoptamos, acudía una vez en la mañana y una en la tarde para comer, su hogar eran las calles de la colonia; sin embargo, hace unos días fue envenenado y por ende, perdió la vida, siendo su única equivocación el comer un alimento que una persona le dio con mala intención.
Ese es solo uno de los tantos casos de maltrato animal que día a día se viven en Puebla, desafortunadamente no todos se vuelven mediáticos y por ende, su acceso a la justicia también se reduce.
En días pasados también se dio a conocer la historia de Chichi, aquella perrita que en días pasados fue encontrada en un terreno baldío de San Pedro Cholula, junto los cuerpos sin vida de sus cachorros, los cuales estaban calcinados después de que alguien les prendió fuego y les ocasionó la muerte.
Este lunes, la organización civil “Choludogs”, dio a conocer la muerte de Chichi, después del mal estado en el que fue encontrada.
Otro caso reciente es el de Rocket, que tras salir de su casa en San Francisco Totimehuacán fue robado y luego de que su caso se viralizara, fue devuelto a sus familiares. Lamentablemente, Rocket volvió a su hogar sin vida, después de que su cuerpo fue enviado en una caja de cartón a través de un vehículo de la plataforma Didi.
Los casos antes mencionados solo demuestran que Puebla es un foco rojo en cuanto al respeto de los derechos de los animales, ya que desde hace varios años se han presentado casos de maltrato, asesinato, zoofilia y explotación de dichos seres sintientes.
Las marchas, las modificaciones a la ley, los esfuerzos de organizaciones civiles y de autoridades han sido en vano, el problema no se ha detenido, mucho menos ha disminuido, sino por el contrario, ha aumentado.
El maltrato animal es un tema que no se puede dejar en un segundo término, porque también exhibe la descomposición que vivimos como sociedad.
El poeta español, Marwan, escribió en alguna ocasión un breve poema dedicado a los perros, sin embargo, este aplica para todos los animales: “Ojalá algún día los humanos te merezcan”.