Stein-Erik Soelberg no era un hombre común. Durante muchos años, fue un ejecutivo de importantes firmas tecnológicas, como Yahoo!, Netscape y EarthLink, pero al final pasará a la historia como el primer sujeto que asesinó siguiendo los consejos de un bot de inteligencia artificial.
El mes pasado, el cadáver de Soelberg fue encontrado junto al de su madre en una casa que ambos compartían en Connecticut, Estados Unidos, en uno de los barrios residenciales más exclusivos.
Fue durante una visita de rutina de una aseguradora que se descubrió el cuerpo sin vida del hombre, de 56 años de edad, y de su madre, que superaba los 80. Días después, las autoridades revelaron que Stein-Erik había asesinado a su madre y luego atentó contra sí mismo.
Pero lo más turbio vendría después. En los dispositivos personales del presunto parricida, las autoridades encontraron interacciones con un chatbot de ChatGPT, el cual parecía animarlo a asesinar a su propia madre.
La caída de Erik el Vikingo
De acuerdo con las investigaciones, el que fuera un cumplidor ejecutivo de firmas tecnológicas había sufrido un importante deterioro físico y mental a lo largo de los años recientes.
Conocido en redes sociales como Erik el Vikingo, el divorcio en 2018 de su pareja sentimental, con la que duró más de 20 años casado, parece que fue el punto de quiebre para su salud mental. En 2019, incluso intentó quitarse la vida.
Su último trabajo conocido fue en 2021, pero desde entonces forjó una larga lista de infracciones y pequeños delitos, los cuales iban desde arrestos por beber alcohol en la calle hasta orinar en el bolso de una mujer frente a la Corte.
Casi desde su intento de suicidio se mudó a vivir con su mamá. Sin embargo, sus cambios de carácter y los constantes problemas legales en los que se encontraba envuelto ya la estaban cansando.
Bobby Zenith y la conspiración
Las cosas cambiaron cuando Stein-Erik conoció el chatbot de ChatGPT. Alimentado por las publicaciones del también fisicoculturista, el bot de inteligencia artificial comenzó a delirar con historias de espionaje.
La inestable salud mental del hombre hizo el resto. Pronto, preguntas relativamente inocuas como el saber si su teléfono celular lo espiaba se convirtieron en verdaderos delirios de persecución.
La gota que derramó el vaso fue que el bot, a quien Solberg bautizó como Bobby Zenith, comenzó a ver en la madre de su usuario una enemiga a la que tenía que eliminar. Y así lo hizo.
Luego de meses de mensajes que convencieron a Solberg que su madre era una espía, que vivía en una realidad llena de demonios y que podría reencarnar en una vida distinta, el parricida tenía claro que su mamá era su último obstáculo para lograr la plenitud. Así que decidió estrangularla pero, al no poder con la pena, terminó apuñalándose hasta la muerte.
Más atención con la inteligencia artificial
Aunque el crimen se cometió a principios de agosto, no fue sino hasta finales del mes cuando mediante un extenso reportaje del Washington Post reveló el aterrador caso, quizá el primero en el que un bot de inteligencia artificial aconseja matar.
OpenAI, la firma detrás de ChatGPT, externó sus condolencias por la muerte de ambas personas, para luego añadir que añadirá filtros en futuras versiones de sus chatbots para evitar incentivar a personas con condiciones de salud mental importantes a cometer crímenes o hacerse daño a sí mismos.
INFORMACIÓN: EL HERALDO DE MÉXICO