El Club Puebla no es más que un simple activo más dentro del portafolio de negocios de Grupo Salinas y del empresario Ricardo Salinas Pliego, acusado de evasión fiscal por el gobierno mexicano.
El futbol, como cualquier otro negocio, se mueve por intereses. Y el caso del Club Puebla es el ejemplo perfecto de cómo un equipo con más de 80 años de historia se ha convertido en una pieza más del ajedrez financiero de TV Azteca y Grupo Salinas.
La trama del equipo capotero incluye prestanombres para evitar la multipropiedad, apoderados legales que trabajan en todos los negocios de Salinas Pliego, y hasta el cambio de sociedad mercantil para inyectar recursos.
¿Qué hay detrás del cambio de Sociedad Anomia de Capital Variable a Sociedad Anónima Promotora de Inversión de Capital Variable en la razón Operadora de Escenarios Deportivos?
Hace unos meses trataron de vender humo al interior del Puebla con la llegada de un supuesto fondo inglés que permitiría sanar las finanzas del equipo.
Hoy podemos saber que legalmente el Puebla ya está listo para recibir inversiones externas a las empresas de Salinas Pliego, pero esto confirma aún más que solo están usando al equipo como una fachada para triangular recursos.
Elo proyecto deportivo no existe, por eso están sumidos actualmente en el último lugar de la Liga MX y con torneos de menos de 10 puntos que ha llevado a pagar multas para no descender.
Es momento de que el SAT investigue lo que ocurre en la Franja. Convertir una figura mercantil en SAPI es la antesala para llegar a la Bolsa de Valores.
¿Quién en su sano juicio compraría acciones de un equipo como el Puebla que no gana el campeonato mexicano desde 1990 y que cada vez tiene menos aficionados?
Algo sucio ocurre en las entrañas administrativas de los camoteros.
La buena noticia es que tanto la presidenta Claudia Sheinbaum, como el gobernador, Alejandro Armenta ya se pronunciaron en favor de investigar este caso.