Basta con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de que todo el mundo utiliza inteligencia artificial. Desde estudiantes y docentes hasta trabajadores y profesionistas, herramientas como “ChatGPT” se han vuelto indispensables para muchísimas personas. Y es que es natural, hacen del trabajo del día a día muchísimo más fácil y sobre todo rápido. Esto genera un problema muy evidente, y es que el trabajo que normalmente hace un equipo de 5 personas ahora es posible para un único individuo. Nos encontramos en una situación en la cual el capital podría prescindir masivamente de la mano de obra, y la pregunta es inevitable: ¿qué ocurre con una sociedad donde trabajar deja de ser necesario… pero también deja de ser posible?
Este no es un fenómeno totalmente desconocido para la humanidad. Un ejemplo relativamente reciente es el outsourcing masivo que han tenido empresas estadounidenses al emplear a trabajadores de países de regiones en vías de desarrollo, como el sudeste asiático, para abaratar costos, y que naturalmente han eliminado miles de puestos de trabajo en el propio Estados Unidos. Sin embargo, esta vez es diferente, pues si antes el progreso tecnológico desplazaba a unos trabajadores, pero creaba nuevos oficios, ahora se trata de una eliminación total de empleos.
Mientras tanto, surge una cuestión. Y es que, si bien es innegable que el desarrollo de inteligencias artificiales también tiene un potencial enorme de generación de riqueza, es importante destacar la enorme desigualdad que existe entre países en el tema del desarrollo de esta clase de tecnologías, pues solo los países más desarrollados tienen la capacidad de explotar su verdadero potencial. Esto creará en el futuro una brecha que se sentirá imborrable entre países con un fuerte desarrollo en inteligencia artificial y tecnologías relacionadas y países rezagados, condenados a no solo el atraso tecnológico sino también a un atraso económico feroz.
El futuro no está escrito, y dependerá de nosotros como sociedad determinar cómo evolucionará el sistema capitalista en el que vivimos. Aun así, es inevitable pensar en escenarios desfavorables, no lo pienso negar. La automatización y la inteligencia artificial pueden ser herramientas de emancipación, capaces de liberar al ser humano de trabajos repetitivos y físicamente demandantes que, sin embargo, pueden convertirse en instrumentos de concentración de riqueza y exclusión masiva.
Invito al lector a reflexionar, pues solo con las decisiones colectivas que tomemos hoy sobre justicia, equidad y el papel del ser humano en una economía cambiante y de la que parece ser no seremos indispensables.
Referencias
Caribou & Genesis Analytics. (2025). Study says more women than men in Africa will likely lose outsourcing tasks to AI. Associated Press. https://apnews.com/article/7b6a83e5592f78de9c0d38da97f9fbff
United Nations Conference on Trade and Development. (2025). AI’s $4.8 trillion future: UNCTAD alerts divides, urges action. UNCTAD. https://unctad.org/news/ais-48-trillion-future-un-trade-and-development-alerts-divides-urges-action
Cornelli, G., Frost, J., & Mishra, S. (2023). Artificial intelligence, services globalisation and income inequality (BIS Working Papers No. 1135). Bank for International Settlements. https://www.bis.org/publ/work1135.pdf
INFORMACIÓN: EL HERALDO DE MÉXICO