“Amores materialistas”, la nueva forma de vincularse basada en lo material

Alberto Trevera

En tiempos en los que una comida en un buen restaurante parece una inversión monetaria de la que un joven clasemediero jamás se recupera; parece que todo el tiempo uno está trabajando, gastando dinero, lamentándose por haber gastado dinero, o lavando algo en casa (inclúyase ropa, trastes o cualquier trapo); y en los que muchos dejan el nido para integrarse a nuevas familias no elegidas (llámese roomies), ¿basta el amor para ser feliz?, ¿debe utilizarse el matrimonio como vehículo de escape hacia un futuro mejor?, ¿es egoísta la decisión de compartir o no una vida con base en criterios como el sueldo percibido antes y después de impuestos? Celine Song, la realizadora que en 2023 nos hizo cuestionar el rumbo que le hemos dado cada uno a nuestras historias personales con su ópera prima ‘Past Lives (Vidas Pasadas)’, volvió con ‘Materialists (Amores Materialistas)’, un golpe al hígado y de realidad para quienes integramos las generaciones de las apariencias.

Podría parecer que no hay triángulo amoroso más envidiable que el planteado en la cinta; vamos, que más de una persona quisiera estar en los zapatos de Lucy (Dakota Johnson), una casamentera profesional capaz de unir a cualquier persona con el hombre o la mujer de sus sueños, la cual tiene que decidir entre los apuestos Harry (Pedro Pascal), un millonario inversionista con las mejores intenciones, que pone todos sus bienes al servicio de la protagonista; y John (Chris Evans), su apuesto exnovio y aspirante a actor que lo único que tiene para ofrecer es una orilla de la cama en la habitación del departamento que comparte con otros dos hombres (basura, mugre y condones ajenos en el suelo incluidos).

Lucy cree en el amor, pero también considera que unir tu vida a la de otro es una decisión tan importante que debe realizarse con el mejor prospecto (¿o el mejor postor?).

Y son sus clientes y clientas, con sus peticiones que rayan en lo absurdo, los que hacen reflexionar a Lucy sobre qué tanto ha deshumanizado a Harry y a John, y a ella y a todo el mundo a su alrededor en el proceso, otorgando a cada individuo categorías que parecen bien podrían ir de artículo premium a jamón casi caduco en el supermercado.

Una mujer que esté en sus 30, pero no en sus 39 porque ya sería muy vieja. Hombres blancos de preferencia, pero también estoy abierta a probar con otras etnias. Una mujer madura, porque las de 22 y 23 actúan como niñas, pero que no pase de los 29, entre 27 y 28 está bien. Una mujer lesbiana, pero que no tenga ideas liberales, y que sea republicana. Son ese el tipo de solicitudes que Lucy atiende en su trabajo, y al tiempo que ella reflexiona sobre sus propias exigencias incongruentes y egoístas, nos hace pensar en qué tanto exigimos de la o el otro, y qué tanto correspondemos.

“Muy a menudo, los temas románticos se reducen a cosas de chicas, pero lo cierto es que los hombres también se sienten abrumados por el mercado de las citas. También se sienten abrumados por cómo salimos en citas y por cómo nos cosificamos y mercantilizamos a nosotros mismos y a los demás”, dijo Celine Song, la realizadora del filme, quien escribió el guion de su película basándose en su propia historia, cuando recién llegada a la ciudad de Nueva York, y buscando sobrevivir en la Gran Manzana, trabajo como casamentera.

Con su segunda cinta, Celine Song continúa su camino como una de las nuevas grandes creadoras de dramas románticos, retratando lo bello, lo feo y lo absurdo que conlleva el querer a otros.

Y para ti, ¿basta el amor para ser feliz?

INFORMACIÓN: EL HERALDO DE MÉXICO

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