La humanidad siempre ha sido curiosa sobre el futuro, por lo que siempre se encuentra en búsqueda de respuestas, pero son pocas figuras han generado tanta fascinación como Nostradamus y Baba Vanga.
Separados por más de 400 años, un continente y contextos culturales radicalmente distintos, ambos comparten un lugar privilegiado en el imaginario colectivo como supuestos videntes capaces de anticipar grandes catástrofes, avances científicos y giros históricos.
Aunque muchas personas dudan de las predicciones hechas por estos videntes, hay algunas de ellas que fueron interpretadas de acuerdo con acontecimientos sucedidos en este 2025 y cuando el año entra en su recta final, vuelve la pregunta recurrente: ¿qué tan certeras fueron realmente sus predicciones para este periodo?
Nostradamus y sus predicciones cumplidas este 2025
Michel de Nôtre-Dame, conocido como Nostradamus, publicó en 1555 Les Prophéties, una obra compuesta por cuartetas crípticas que, según historiadores como Peter Lemesurier y académicos citados por la Encyclopaedia Britannica, fueron escritas deliberadamente de forma ambigua para evitar persecuciones religiosas.
Una de las interpretaciones más difundidas sobre Nostradamus señala que en 2025 advertía sobre el retorno de “guerras crueles” en Inglaterra y la reaparición de una “gran peste del pasado”. En términos literales, el Reino Unido no ha sido escenario de un conflicto armado convencional, pero analistas de seguridad citados por BBC News subrayan que el país enfrentó un año marcado por amenazas como ataques con cuchillos, incidentes terroristas aislados y una ola de ciberataques que afectaron a grandes cadenas comerciales y servicios públicos.
En cuanto a la “peste”, organismos como la UK Health Security Agency alertaron sobre un aumento inusual de virus respiratorios, incluida una variante de influenza particularmente agresiva. Aunque no se trata de una pandemia comparable a la peste bubónica o al Covid-19, el paralelismo alimenta lecturas contemporáneas de las cuartetas.
En cuanto a la “peste”, organismos como la UK Health Security Agency alertaron sobre un aumento inusual de virus respiratorios, incluida una variante de influenza particularmente agresiva. Aunque no se trata de una pandemia comparable a la peste bubónica o al Covid-19, el paralelismo alimenta lecturas contemporáneas de las cuartetas.
Otra predicción atribuida a Nostradamus para 2025 habla de un enfrentamiento entre grandes potencias y de la pérdida de influencia de Occidente frente al ascenso de nuevos actores globales. En este punto, los hechos parecen ofrecer material para la especulación ya que las declaraciones del presidente ruso Vladímir Putin sobre una posible confrontación con Europa, junto con las tensiones persistentes entre Estados Unidos y China reflejan un mundo cada vez más polarizado.
No todas las profecías asociadas a Nostradamus son sombrías, pues algunas interpretaciones modernas señalan que anticipó grandes avances médicos. En 2025, la ciencia parece haber cumplido ese pronóstico ya que la Organización Mundial de la Salud celebró progresos significativos en vacunas contra la tuberculosis, una enfermedad que aún causa millones de muertes al año.
Al mismo tiempo, medicamentos como Ozempic y Mounjaro transformaron el tratamiento de la obesidad, según estudios publicados en The Lancet. La Inteligencia Artificial también se consolidó como herramienta médica clave; investigaciones respaldadas por universidades como Harvard y Oxford demostraron que algoritmos avanzados pueden predecir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer con décadas de antelación, abriendo la puerta a tratamientos preventivos más eficaces.
Una de las cuartetas más citadas de Nostradamus habla de una “larga guerra” que agotará los recursos hasta forzar su final y muchos intérpretes la vinculan con el conflicto entre Rusia y Ucrania, iniciado en 2022. En 2025, la guerra continúa, pero con signos evidentes de desgaste en ambos bandos.
También se ha sugerido que Nostradamus predijo un evento apocalíptico relacionado con el espacio. Aunque 2025 estuvo marcado por advertencias sobre el cambio climático y el agotamiento de recursos, el fin del mundo no ocurrió. De hecho, estudios astronómicos de la NASA descartan amenazas inmediatas de impacto cósmico.
Baba Vanga y los misterios de 2025
Por su parte, Baba Vanga fue una mística y vidente búlgara, nacida como Vangelia Pandeva Gushterova en 1911 en lo que hoy es Macedonia del Norte y fallecida en 1996 en Bulgaria, conocida internacionalmente por sus supuestas capacidades proféticas. Quedó ciega a los 12 años tras un fuerte tornado y, según sus seguidores, a partir de entonces comenzó a tener visiones sobre el futuro, la salud y el destino de las personas. Aunque nunca escribió sus predicciones, estas fueron transmitidas oralmente y recopiladas por familiares, discípulos y funcionarios búlgaros durante la era socialista, lo que genera controversia sobre su exactitud.
Las predicciones de Baba Vanga para 2025 circularon ampliamente en redes sociales y una de las más llamativas es el supuesto contacto con vida extraterrestre. Algunos entusiastas vincularon esta profecía con el paso del objeto interestelar 3I/ATLAS, sin embargo, la NASA y la Agencia Espacial Europea confirmaron que se trata de un cometa sin señales de tecnología artificial.
Otra predicción atribuida a la vidente búlgara advertía sobre terremotos devastadores. En este caso, la realidad fue contundente: sismos mortales en Afganistán y Filipinas dejaron miles de víctimas, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos y organismos de la ONU.
Finalmente, Baba Vanga habría anticipado una guerra devastadora en Europa y aunque el continente no ha vivido un conflicto total, la prolongación de la guerra en Ucrania y la inestabilidad global mantienen viva la inquietud.
INFORMACIÓN: EL HERALDO DE MÉXICO
