Osa Mina inicia nueva vida en Hidalgo

Alberto Trevera

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) confirmó que la osa Mina ya se encuentra en las instalaciones de la Fundación Invictus, en el estado de Hidalgo, después de viajar desde Nuevo León, donde iniciará una nueva etapa de su vida, libre de sufrimiento y con atención especializada para las necesidades especiales que tiene.

De acuerdo con la Profepa, el traslado del animal fue realizado por vía aérea y resultó exitoso, bajo estrictas medidas de cuidado, con acompañamiento médico y seguimiento veterinario en todo momento. Después de que el pasado viernes 26 de septiembre, Profepa informó que se estaba evaluando la viabilidad de este traslado, con la participación de médicos veterinarios especialistas.

Tras una revisión detallada, se decidió que el cambio de ubicación era no sólo posible, sino necesario para mejorar sus condiciones de vida, fue entonces que se concretó el traslado aéreo a Fundación Invictus, un centro reconocido por su experiencia en la atención de fauna silvestre con necesidades médicas complejas.

La Profepa ha agradecido a la ciudadanía por mantenerse atenta al caso y por denunciar este tipo de situaciones, así como a Fundación Invictus por su participación activa y comprometida en este proceso de recuperación. “Este es el inicio de una nueva vida para Mina, sin dolor y con trato digno”, expresó la dependencia en su comunicado oficial.

¿Qué pasó con Mina?

Mina llegó en febrero de 2023 al zoológico La Pastora, en Guadalupe, Nuevo León, tras ser rescatada de un rancho donde vivía en condiciones inadecuadas, desde entonces, su estado de salud ha sido motivo de atención y preocupación de los veterinarios que la cuidan y visitantes que la vieron

De acuerdo con un comunicado emitido por el propio zoológico el 25 de septiembre, la osa padece enfermedades graves e irreversibles, entre ellas una infección bacteriana, problemas renales, hepáticos y dificultades en las patas que limitan severamente su movilidad y bienestar.

Durante su estancia en La Pastora, Mina recibió cuidados médicos constantes, atención veterinaria especializada, una dieta adaptada a su condición, monitoreo diario y tratamiento para el control del dolor, de acuerdos con el zoológico, se trabajó de manera coordinada con Profepa para ofrecerle la mejor calidad de vida posible dentro de las limitaciones que implicaban sus múltiples padecimientos.

Sin embargo, ante el deterioro progresivo de su salud, surgió la posibilidad de trasladarla a un lugar que pudiera ofrecer un entorno más adecuado para su tratamiento.

INFORMACIÓN: EL HERALDO DE MÉXICO

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